De la memoria de los siglos más osados Estamos reviviendo lo que pocos pueden ver Que aman el fuego que trasmute La experiencia de dolor y sufrimiento Y acercarnos más al sol Hay una esperanza de volver a nuestra gloria Hay una esperanza de sentir nuestro poder Hay una esperanza de cambiar un pensamiento De encontrarse con la muerte y atreverse a ser valiente Ayúdame corazón, ayúdame Ayúdame corazón, ayúdame corazón A liberar de mis adentros los recuerdos Que me impiden caminar cuando el alma quiere hacerlo A construir la realidad del ser eterno Que pide a gritos volar y entregarse a su misterio Y abrazar la oscuridad y encontrarla con el fuego A extinguir la dualidad de lo malo y de lo bueno Ayúdame corazón, ayúdame Ayúdame corazón, ayúdame Ayúdame corazón, ayúdame Ayúdame corazón, ayúdame a ver el sol Para iluminar mis penas y encontrarme en la prudencia Del silencio y la paciencia sin hacerle resistencia Y a cuidar lo que es sagrado Y a confiar en mis hermanos A irradiar mis sentimientos del amor y la pasión Y a la culpa que es la sombra invitarla a dialogar Darle su liquidación y dejarla ya marchar Y a la culpa que es la sombra, invitarla a dialogar Darle su liquidación y dejarla ya marchar Y decirle que Culpas ya no, decirle que Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Y decirle que Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Yo ya no cargo más contigo Y decirle que Culpas ya no, culpas ya no