Me advirtieron de que lo mío nunca, Sería tuyo ni en la penumbra. Auguraron después varias fracturas, Año de luto y quemaduras. Que haya acontecido, Te espío por encima de mi muro. Me avisaron que eran incendiarias, Tus miradas las más lapidarias, Y que eran terribles. Yo contemplo tu elegancia innata, Duerme demanda tu espalda, Y no es ta terrible. Con mi voz proclamé, Voz tartamuda, Entre murmullos y tachaduras. "Que poco puedo ofrecer, salvo locura, Dormir desnudos y abreviaturas." Desposeido, Tus ojos por encima de mi muro. Me avisaron que eran incendiarias, Tus miradas las más lapidarias, Y que eran terribles. Yo contemplo tu elegancia innata, Duerme demanda tu espalda, Y no es ta terrible. Haría lo imposible Por ser tu imprescindible, Indivisible. Haría lo imposible Por ser tu imprescindible, Indivisible. Pues si soy el hombre equivocado, Parteme en veinte mil pedazos, Llévame al campo santo. Cuando vuelva como rey nacido, Seré entonces el elegido, Y te habré salvado. Me avisaron que eran incendiarias, Tus miradas las más lapidarias, Y que eran terribles. Yo contemplo tu elegancia innata, Duerme demanda tu espalda, Y no es tan terrible.