Un susurro y un espanto,
Un momento ya olvidado,
Un recuerdo que no veo,
Acabó en ofrecimiento...
Un pastel, tal vez un dulce,
Que tentaba a un joven bueno,
Unas joyas, una estola,
Un caliz y una corona...
Que de pronto se volvían tocamientos indebidos,
Y una sombra se ocultaba bajo todo lo ocurrido,
Era un niño, un menor,
Toqueteado por un señor...
Que es protegido por una Iglesia,
Que no lo juzga y hasta le reza.
Piensa salvarse en la homilía,
Defendiendo pedofilia...
Discursos moralistas en nombre de la familia
Que manipulan con sus mentiras.
Tanta ortodoxia y misoginia
Llenan de culpa y te lastiman.
No me digan que no hay avaricia
Cuando monetizan bajo la premisa de que profetizan.
Hay millones que no fiscalizan
Y los abusos de menores que invisibilizan.
Quieren que pienses que es un caso aislado
Que han sancionado y que todo ya está,
Siendo un sistema instaurado
Con muchos aliados que opera con impunidad.
El problema no eran los menores,
Ni sus familiares, tampoco su fe personal.
El problema no es Dios sino su club de fans
Y su institución criminal.
No hay perdón, ni amor,
Y no es prueba de fe.
Es dolor, traición,
Violando a tu rehén.
Roma es "amor"
Escrito al revés,
No hay justicia en pedofilia
Un crimen que siempre hay que detener.
Cuando son daños psicológicos
No se hacen responsables aunque son culpables
Y así hablan del prójimo.
Defienden su negocio, poder económico,
Dicen no ser políticos pero limitan pensamiento crítico.
Promueven obediencia sin una agencia,
Porque saben de las consecuencias
Que la ESI empodere menores
Y ante los abusos ya no los silencian.
Más allá de que sean conservas,
No conservan nada de coherencia.
Y lo que resguardan en Roma es pura indolencia
Y su propia sentencia.
Sin excusa para algún abuso a un niño pequeño,
Y como ellos mismos dicen, lo que espera es el infierno,
Pero de juicios, señalamientos,
Toda una vida, ya destruida...
Y no poder verte al espejo,
Llorar frente al propio reflejo,
Por ese monstruo no imaginado,
Que te sedujo y gritó pecado.
Golpear su pecho fuertemente es su sincera confesión,
Cree que con eso así se limpia de los niños que abusó,
Pero él no olvida, perdió su vida,
Y no hay salida, fue su partida...
Y no es amor eso que llaman,
RomA al revés, lo que proclaman,
Porque es perverso ese universo...
Lo exponemos con este verso...
No hay perdón, ni amor,
Y no es prueba de fe.
Es dolor, traición,
Violando a tu rehén.
Roma es "amor"
Escrito al revés,
No hay justicia en pedofilia
Un crimen que siempre hay que detener.
Roma est amor retro versus.
Iustitia in paedophilia nulla est,
Crimen semper obstruendum.