Cuando me despierte cada día Con el cuerpo de aire y ese olor Feliz del tiempo manso de las lilas Sin miedo al movimiento y al dolor Cuando ya no tenga casi nada De sangre en la garganta de papel Ni un agrio pez nadando en la mirada Ni quiera más amparo que la piel Van a ser los días esos barcos De luz que una vez supe escribir Y la alegría que hemos olvidado Volviendo por los huesos a subir Yo me alimento con una quimera En que los ojos al sol verán brillar Los brazos de mi padre en las banderas Y una ceniza negra, y una ceniza negra Y una ceniza negra que se va ♪ Cuando me convenza que la suerte Me rige a la par que la pasión Y no el terrible arcángel de la muerte Velando por el campo de el reloj Si lo concebido y lo posible Tienen siempre la cara del horror En esta patria de lo inaccesible En este tiempo olvidado de Dios Yo digo que mis ávidos amores Son fuertes y viven más que yo Son gigantes tenues como flores Que alientan a este pobre corazón Los alimento con una quimera En que los ojos al sol verán brillar Los brazos de mi padre en las banderas Y una ceniza negra, y una ceniza negra Y una ceniza negra que se va Y una ceniza negra, y una ceniza negra Y una ceniza negra que se va Y una ceniza negra, y una ceniza negra Y una ceniza negra que se va