Dos palabras, Me permite por favor. Quiero hablarle De mis sueños y mi amor. Dos años viéndola Pasar por mi balcón, Sintiendo el corazón Romperme el pecho. Mil veces quise hablar Y al fin hoy me animé, Le ruego nos se vaya, Escúcheme. Yo soy un pobre muchacho que la adora, Bordando sueños con hilos de ilusión. Sus ojos son para mí como una aurora, Su boca una esperanza y una canción. Cuando la miro pasar por la vereda, Con su cadencia, su gracia y su vaivén, Quiero gritarle un piropo y se me enreda La voz que, en un suspiro, sueña también. Le ruego nada más, En ésta noche azul, Me deje su sonrisa, Para soñar.