Qué lástima que no nos conocimos, madre, Qué lástima que somos diferentes. A mi me gusta andar por la vereda del sol Y a vos por la de enfrente, madre. Qué lástima que no comprendieras, La música es mi vida entera. Jamás te preocupaste por saber como iba a llegar, Por eso hoy me marcho de este lugar. Y es tan difícil tomar esta decisión, Siempre fui tan sometida Se que no creeras que no volveré, Te sientes imprescindible, ya lo sé. Pero hoy emprendo un largo viaje, madre; Y golpeare mil puertas Hasta que alguna se abra. Sin lágrimas, sin reproches, Pero ya no aguanto más, Por eso hoy me marcho de este lugar Por eso hoy Tu nena deja el hogar.