Tenemos un cierzo que empapa los huesos Un norte sin rumbo y un mundo de acentos Tenemos aliento, el sueño del preso Puñales de versos, la fe de los vientos Tenemos pasado bajo nuestra tierra Memoria cubierta por zarzas y olvido Un cielo infinito que una nube encierra Casonas de piedra, la lluvia, latidos Tenemos aullidos y un breve verano Mil bosques de hechizos y playas de arena También gente buena que tiende su mano Nostalgias de indianos y tardes serenas Nacimos allí donde rugen las olas Somos los hijos del mar y la bruma Cantábrico ven, ven conmigo a solas Dame tu furia y un ramo de espuma Tenemos cabañas, caminos sombríos Susurros de gaitas, panderos y cantos Mareas y barcos, praderas, rocío Hogueras paganas, iglesias y santos Tenemos carácter y puertos con faros Rincones salvajes, calzadas romanas Montañas preñadas de siglos y amparo Leyendas de trasgos, nuberos y anjanas Tenemos mañanas regadas de flores Poetas, pastores, lamentos, verbenas Una luna llena, estrellas, colores Tenemos albores que curan la pena Nacimos allí donde rugen las olas Somos los hijos del mar y la bruma Cantábrico ven, ven conmigo a solas Dame tu furia y un ramo de espuma