El destino del hombre se ha vuelto Nube negra de barro y miseria Que a la piel de mi gente La seca de muerte. Cuando vienen sin luz en sus ojos Con su ovillo, niño de sus sueños ¿Dónde volaba la vida, Acaso estamos muriendo? Manos que aprietan tristezas Brazos flacos, hambre de trabajo Y los pies fríos de sueños Que dudan al dar sus pasos. Sombras de ayer Que nos queman de a poco Pero florece en mi piel Un canto nuevo, sin odio. Ya cambiamos el rumbo, es cierto Por buscar nuevas armas de guerra La paz se ha vuelto utopía Que triste es verla. Sin embargo, creo en un mañana Diferente, de frescas miradas Vivo, con luz y color Sangre de nueva esperanza. Quiero darte mi sol, mi mañana Mi canción como un ángel de guarda Y así cantar con la luz De tu mirada. Sombras de ayer Que nos queman de a poco Pero florece en mi piel Un canto nuevo, sin odio.