Perfilo dos horas al día mi breve autobiografía Como si esto fuera un trama que hay en la pantalla La muerte de una primavera, un hombre solo en la frontera Y enfrente de él una muralla Disfruto de mi propia pena, se me atraganta la cena Porque mi apetito es un pozo de sin sabores De no saber qué necesito, de prender fuego a lo escrito Y avivarlo con los licores con que me excito y me marchito Con menos dignidad que las flores Qué difícil resulta no encontrar en el espejo Más que sombras que te insultan y te hacen sentir más viejo Qué difícil se me hace contemplar que pasa el tiempo Yo que era un kamikaze sólo como pasatiempo Y ahora vivo en el desguace dónde desarman los cuentos Escribo por no llorar lo que nadie va a escuchar Lay sirvo otro vaso, y hablo con mi alter-ego Y le comento mis fracasos, pero él tampoco me hace caso Se regocija con mis ruegos Recorro la habitación persiguiendo una canción Que me de consuelo, que atraiga el sol por mi ventana Que le ponga color al duelo o al menos sirva de pañuelo Para aliviar está desgana, en mi desvelo Y me alce al vuelo, sin estrellarme con la persiana Y se pasan las horas y sigo mordiendo el techo Las heridas que me lloran sangran dentro de mi pecho Y mi mente tan cabrona me ha borrado de tus fotos Y es que algo no funciona, todo roto, todo roto Tu silencio me arrincona y me hace volver más loco Y al final es la televisión quién alienta mi atención En segundo plano, y una bomba en un aeropuerto Y un banco desahucia a un anciano y un concejal Llega a sus manos y el niño que fui creció muerto Y el final se resume siempre con la misma historia En que todo se consume a las puertas de la gloria No distingo la canción de la alegría y de la de pena La euforia y la depresión son sólo un cambio de escena Con un fallo en el guión Y se pasan las horas y sigo mordiendo el techo Las heridas que me lloran sangran dentro de mi pecho Y mi mente tan cabrona me ha borrado de tus fotos Y es que algo no funciona, todo roto, todo roto Y el silencio no perdona Qué difícil resulta no encontrar en el espejo Más que sombras que me insultan y me hacen sentir más viejo Qué difícil se te hace contemplar que pasa el tiempo Yo que era un kamikaze sólo como pasatiempo Y ahora vivo en el desguace Y es que estoy perdiendo el juicio y han matado a mi abogado No sé si es por tanto vicio o por vivir anestesiado Ahora todo es tan distinto, ni me enciendo ni me apago Pero apunta un vino tinto en la cuenta de Santiago Porque si al final me rindo, quiero un penúltimo trago