Un bosque umbrío, de perfumes lleno, Silencio, soledad, completa calma, Libre de angustias; al dolor, ajeno, Y un mundo de ternuras en el alma. Bajo el ramaje de álamos espesos Dormida sin rumor en la laguna, Una barca, un idilio, muchos besos Y detrás de los álamos la luna. Qué sueño aquel, mas desperté llorando Porque ni barca ni laguna vi Y al ver que solo soy feliz soñando Para seguir gozando me dormí. Amame sí, despiértame María, Tú sola puedes realizar mi sueño Y mi lecho sea tu seno marfileño Para soñar despierto que eres mía.