Algo bueno saldrá de que le cante A la planta que enferma y no germina Y se sube a la valla y no termina De maullar sus maullidos de gigante Y es su canto amarillo y es constante Y el dolor que lo dobla y lo ilumina Se parece a la voz de la ruina Que es pálida, humilde y susurrante ♪ Y cantando estará su concertina Desafinado siempre y siempre amante Cuando su corazón de serpentina Se cure de su fiebre galopante Y a la luz de otro canto haya mordido Hasta el hueso la fruta del olvido