Nos construímos paraísos de ideas cuadriculadas Que después se desbarataban en camas redondas Bien sabe Dios que te quería, gitana Uno no se conoce bien hasta que el diablo lo nombra Y acude pronto como rata abandonando barco Dejando un bochornoso rastro de ideales que sobran A su púlpito negro de flores mustias Rompiendo el miedo atávico a las leyes antiguas Y en su danza nocturna, en lo oscuro Te engañaba con cualquiera que no valía un duro Y deja ese amargo que tiene un gusto imborrable como el almizcle Y a los besos se les iba el sabor tan pronto como a un chicle Huyendo yo de ti, tú de mí Nos vimos en aquel árbol que prohibiste y prohibí Como dos niños jugando entre la oscuridad prohibida Guiados por un candil de tentación Y siendo infiel como el agua de mar, que se evapora y se va Para caer sobre el monte y ser caudal Y es entonces que ese agüita rebelde grita tu nombre Y embravece el torrente para desembocar en tu calma, tu sol y tu sal En tu orden, tu ley y tu paz En tu abrazo, mi único hogar ♪ ¿Por qué todo lo que me gusta mata o engorda, o es pecado o ilegal? Y me enamora la señal de prohibido tocar De riesgo eléctrico, nocivo, tóxico, no pasar, ¿Será casual? ¿Por qué cuando echo a volar es cuando recuerdo que no sé aterrizar? Ya no le teme a morir el que sabe resucitar con magia negra Tributos a bestias, pactos con Satán ¿Por qué aunque amargo, indigesto y podrido el fruto prohibido es un manjar por exclusivo? Interesante si no está en tu ratio Hasta la isla más paradisíaca sin un barco es una naufrágio ¿Por qué puedo estar en un manantial y no beber en un mes y al sólo pisar el desierto entrarme sed? Soy de esos que roban en el cielo y rezan en el infierno Un imbécil experto abrazando a carteristas del amor Que te roban el alma desviando tu atención al pantalón ¿Cómo explicar que es humano que el paraíso ya no es paraíso cuando es cercano? Y ser infiel como el agua de mar, que se evapora y se va Para caer sobre el monte y ser caudal Y es entonces que ese agüita rebelde grita tu nombre Y embravece el torrente para desembocar en tu calma, tu sol y tu sal En tu orden, tu ley y tu paz En tu abrazo, mi único hogar