Cuando la vi cesaron en mí esas ideas persecutorias Tan sólo sentí la necesidad incesante de tocarla sin guantes Y sentir su olor, sin protección respiratoria Y toda frase compulsiva cedió Me enamoraron sus párpados e incluso sus bacterias Yo contando sus parpadeos sin patrón A la de veintitrés la invité a salir y funcionó Camino de nuestra cita Hice todo lo que necesita un compulsivo para estar a salvo Pisé sólo las baldosas blancas, esquivando las naranjas Di la espalda a los semáforos en ámbar Esperé a la hora exacta Dando vueltas en círculo en la puerta, ella llegó algunos segundos tarde Bastantes, siendo exactos, parpadeando frenética Tan anárquica y tan perfecta Y no era capaz de pensar cuántas veces me amaba o no Si era feliz, si era ella o sólo era un ruin Escaparate de marketing y amor de ocasión Y ¿qué pasó? Quizá fue aquella baldosa blanca Aquel semáforo en ámbar. Algo se me escapó Y aquí me ves, perdido entre la inexactitud Entre la asimetría del corazón
Cuando me besó Se agarró a mi espalda y sentí que era yo Su salvación ante cualquier huracán que tratara de llevarla Ante cualquier indecisión que intentara raptarla Cuando se vino a vivir, quise protegerla Cerraba trece veces la puerta, diez la llave del gas Catorce, si era martes o viernes Cerraba siete veces las persianas Ella imaginaba cada vez que las cerraba, un día de la semana Y pensaba en el tiempo y su elasticidad Cocinaba yo, ella siempre dejaba Alguna etiqueta de un condimento vuelta hacia detrás Una mañana me besó de forma temeraria No se agarró a mi espalda, quedando a expensas de un ciclón Se marchó, pisando las rayas blancas del paso de cebra Vaya costumbre más tonta, mi amor Y no era capaz de pensar cuántas veces me amaba o no Si era feliz, si era ella o sólo era un ruin Escaparate de marketing y amor de ocasión Y ¿qué pasó? Quizá fue aquella baldosa blanca Aquel semáforo en ámbar. Algo se me escapó Y aquí me ves, perdido entre la inexactitud Entre la asimetría del corazón Y ahora nada es igual Ahora dejo la puerta abierta Vaya a ser que volviera mi amor Y abro toda persiana Vaya a ser que pasara y por nada, por nada me la perdiera Salgo tras ella, corriendo entre baldosas naranjas Me arrodillo en el oscuro asfalto que hay entre el paso de cebra Vuelvo las etiquetas de algunos condimentos Me recuerda, me recuerdan a ella