Respirar, atardecer. ¿Para qué mirar sin ver, Estar sin ser? Un barco que se va, Un tren sin dirección, Historias que no tienen solución. La ciudad en un papel. Caminando sin querer, Perdiéndome. No paro de pensar, Vacío, decepción, Y una lejana voz que dice adiós. Y hay que seguir andando. Duele pero hay que seguir andando, Hasta entender que no hay nada que hacer. Todo seguirá flotando. Catedral, anochecer. ¿Desde acá qué puedo hacer? Cayéndome. Anclado frente al mar La sombra me envolvió, Dolores de un amor que se escapó. Descansar y amanecer, Respirando sin querer. Perdiéndote. Y en esta oscuridad No encuentro ni un rincón, Mientras se me deshace el corazón