Lo reconozco. Soy un cobarde Y no llamarte ha sido otro grave error. ¿Qué quieres que haga? Soy un merluso Que no distingue entre lo bueno Y lo mejor. Lo reconozco. Siempre me pasa. Por no escuchar lo que me dice el corazón Y es que prefiero andar tirado por las calles Y en las barras de los bares A olvidarme de tu amor. Lo reconozco. Soy un canalla Y siempre estoy donde comienza un desamor. No sé qué pasa Que a donde mire Siempre hay un coño al que mostrar mi devoción. Lo reconozco. No soy culpable. Si tu belleza no la he inventado yo. Y es que me niego a renunciar a esto que siento Y aunque muera en el intento Lucharé por nuestro amor. Y aunque me digas Que no tengo remedio, Que ya no puedo seguir viviendo así. Yo ya he perdido la inocencia en éstos años. Asumí los desengaños Y la vida me hizo así. Lo reconozco. Soy un pamplinas. Siempre soñando y conservando la ilusión. Ya me he cansado de poesías... ¡Si lo que quiero es pegarme un revolcón! Lo reconozco. La culpa es mía Por seguir siendo aquél niñato soñador. Soy tan imbécil por dejar pasar el tiempo Y no decirte lo que siento, me destroza la razón. Y pasaré tantos años en silencio, Que en los brazos de otro hombre... Volverá a latir tu corazón.