Por la mañana como a eso de las diez Con el mandado un día te vi pasar, Ibas meneando tan bonita la canasta, Que sin pensarlo te tuve que alcanzar. Se me antojaba la fruta que llevabas, Para quitarme un poquito de calor, Tu me dijiste tome usted lo que apetezca Y yo agarre del mandado lo mejor. Pero a la plaza una mañana tú te fuiste, Con la promesa de muy pronto regresar Muy adornada te llevaste la canasta Aquella fruta a otras manos fue a parar. Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño Aunque no quieras este amor que yo te ofrezco Aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre De cualquier modo, yo te seguiré queriendo Yo sé que nunca tú querrás jamás amarme Que a tu cariño, llegué demasiado tarde No me desprecies, no es mi culpa y no seas mala Porque tú eres de quien quiero enamorarme Qué daño puedo hacerte con quererte Si no me quieres tú, yo lo comprendo Perfectamente sé que no nací yo para ti Consciente estoy mi amor, que no eres para mí No hay necesidad que me desprecies Tú ponte en mi lugar, a ver qué harías La diferencia entre tú y yo talvez sería, corazón Que yo en tu lugar, si te amaría Nunca pensé que esa ingrata Me fuera tan traicionera Pues la traición que me hiciste No se queda como quiera Recuerda que me juraste Una pasión verdadera Si tienes otro cariño Porque no me lo presentas Dile que si es hombrecito Arreglaremos las cuentas Para que vivas con el Ya que conmigo te afrentas Que eternas son mis noches y que lenta es mi agonía Qué triste vida mía, vivir pensando en ti Quisiera yo olvidarte borrarte de mis sueños Pero es un vano empeño que yo te olvide a ti Como esas golondrinas buscando primavera Así niña hechicera un día dijiste adiós Te fuiste para siempre volaste de mi lado Y solo me has dejado recuerdos de tu amor