¡Oh Amor! Que no me dejarás Descansa mi alma siempre en Ti; Es tuya y Tú la guardarás, Y en el océano de tu amor Más rica al fin será. ¡Oh Luz! Que en mi sendero vas, Mi antorcha débil rindo a Ti; Su luz apaga el corazón, Seguro de encontrar en Ti Más bello resplandor. ¡Oh Gozo! Que a buscarme a mí, Viniste con mortal dolor; Tras la tormenta el arco vi, Y ya el mañana, yo lo sé, Sin lágrimas será. ¡Oh Cruz! Que miro sin cesar, Mi orgullo, gloria y vanidad, Al polvo dejo por hallar La vida que en su sangre dio Jesús, mi Salvador.