Cristo, mi cruz he tomado, dejo el mundo y sigo a Ti; Todo en Ti he encontrado, todo has dado Tú por mí; Ya mis vanas ambiciones por amor de Ti dejé, Sin igual mi condición es por Ti, Dios, y cielo hallé. Quiere el mundo abandonarme, a Ti fue también infiel; Quieren muchos engañarme, Cristo, Tú eres siempre fiel. Si me tratan con desprecio, Dios de compasión y amor, Tú me miras con aprecio y no pido bien mayor. Aunque el hombre me moleste, puedo en Ti descanso hallar; Si me asedia el mal cual hueste, Tú me ofreces refugiar. Ya no puede el mal dañarme si confío en tu amor, Y no puede fascinarme si contigo voy, Señor. Por la vida pasajera con fe lucha en oración, En el cielo Dios te espera con eterno galardón. La jornada terminada, vivirás con tu Señor, Tu esperanza ya alcanzada, siempre a Dios darás loor.