Husmeando la tierra extranjera Desde el alba oscura Hasta que rodó en la llanura La noche en la hoguera. Murieta olfatea la veta escondida, Toca la piedra partida, La rompe, la besa. Buscando el tesoro sufre angustia mortal, Se acuesta cubierto de lodo. Ni sed ni serpiente acechante detienen sus pasos. No pudo la noche nevada cortar su pisada. Recorre a caballo la tierra nocturna, Feroz caminante. ¿Detente! Le dice la voz de la sombra, Más sigue adelante. Picando la noche y la roca con la llamarada De su alma que busca en el oro Su tierra y su amada. Recorre a caballo la tierra nocturna, Feroz caminante. ¿Detente! Le dice la voz de la sombra, Más sigue adelante. ¡Y hallóse de pronto cubierto de oro! ¡Y hallóse de pronto cubierto de oro!