Al cumplirse los días Del Pentecostés Unánimes juntos Oraban a Dios Esperaban gozosos La promesa divina Del Espíritu Santo Que Jesús prometió. Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremecen los cielos Bajo vientos sagrados Fue henchida la casa Y también el corazón Y las leguas de fuego Que allí Dios repartía Fueron llenas de gracia Que inundó el corazón. Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios. Y hablaban los hombres Las mujeres y niños Todos eran testigos Del bendito poder Lenguas distintas de fuego Como Dios lo quería Como Dios se los daba Aquel glorioso poder. Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Oh Espíritu Santo Con poder inefable Llena ahora a tu iglesia De ese bendito poder Esperamos gozosos Alabando tu nombre Manda ahora tu fuego Fuego Pentecostés. Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios Se estremece mi alma Se estremece mi cuerpo Por la gracia divina Del Espíritu de Dios.