Había una vez un pescador muy rico Lujos y placer para todos sus hijos Ellos eran seis; Tres hermosas damiselas Y los otros tres son valientes varones de ley. A una en especial le llamaban bella Amable y servicial por naturaleza Siempre las otras dos le hacían desprecios No conocían bondad, sólo su abolengo. Uno de esos días su destino cambió Toda su riqueza al infortunio llegó Una pequeña choza en el campo les quedó Con cantos labriegos y su triste corazón. De las dos hermanas nadie tuvo compasión La gente se alegraba si su orgullo se abatió Mas la desgracia de la bella conmovió A quien la conocía sintió su dolor. Ella era bella y de humilde corazón. Ella era bella y de humilde corazón. Ella era bella y de humilde corazón. Ella era bella y de humilde corazón. Había una vez un pescador muy rico Lujos y placer para todos sus hijos Ellos eran seis; Tres hermosas damiselas Y los otros tres son valientes varones de ley. A una en especial le llamaban bella Amable y servicial por naturaleza Siempre las otras dos le hacían desprecios No conocían bondad, sólo su abolengo.