Que me sanen de tu sarna, Que no me tiren de pedradas, Que ya he sido atropellado por el sol. Buscame en los tejados, Te buscaré todo mojado por las lágrimas de Dios. Custodio de tu puerta aunque tu cama esté más muerta que mi piel. Escurridizo y arizco pero en tus manos deshauciado, Despiertenme con un pellizco. No te cambies de banqueta que es Viernes y estoy solo Libando mi trizteza. Treinta lunas bajo tu balcón y los Muchachos del callejón ya preguntan por mi. No soy maldito, Solo distinto a ellos. No quiero días bellos, solo quiero todas mis vidas contigo. Que me sanen del alma, Que no me tiren de pedradas, Que ya he sido atropellado por tu amor. Buscame en las azoteas, Buscame en las callejuelas de tu corazón, De trapo te atrapó con un salto a lo más alto de mi voz. No soy maldito, Solo distinto a ellos. No quiero días bellos, solo quiero todas mis vidas contigo.