Entre tanta depresión uno se puede matar, Entre tanta decepción en quién se puede confiar, Entre tanta excitación uno se puede follar un muerto. Entre a las fauces afiladas de un frenético bar, Entre tanta cocaína uno se puede desquiciar, Entre un par de idiotas me lanzaron a las calles del centro. Entre Nissan y San Miguel ahí me vas a encontrar, Entre botellas y amigos la vida no va tan mal, Lo cierto es que confiarse es dormir entre alacranes. Entre ella y yo no hay cenizas que encender, Entre Dios y el diablo hay un juego de ajedrez, Se levantó entre tú y yo un muro de huesos, Aquí entre nos me entretengo, viendo el mundo arder. Entre tanta soledad uno puede enloquecer Entre una suave enfermedad como si fuera a perecer Entre tanta oscuridad uno puede prenderse fuego Entre a las calles de esta insondable ciudad Buscando drogas duras o en donde la ubicuidad Entré al averno pero tuve que dormir a Canserbero Entre tanto desamor uno se puede colgar En la entrepierna de esta urbe nunca debes entrar Pero si un día pretendes escribir, Entre lobos tendrás que vivir. Entre ella y yo no hay cenizas que encender Entre Dios y el diablo hay un juego de ajedrez Se levantó entre tú y yo un muro de huesos Aquí entre nos me entretengo, viendo el mundo arder Entre ella y yo no hay cenizas que encender Entre Dios y el diablo hay un juego de ajedrez Se levantó entre t y yo un muro de huesos Aquí entre nos me entretengo, viendo el mundo arder Viendo el mundo caer, viendo a Dios perder.