Como blancas mariposas A posar tu frente vienen Y te dan besos de niño Columpiándose en tus sienes En los montes de tus pechos Son dos cuadrillas ardientes Que trabajan y se esfuerzan Sin alimento y sin sueldo Mis manos te pueden decir Cosas que calla mi boca Mis manos, cisnes de marfil, Rielando en tu noche loca En las playas de tu vientre Son dos muñones anclados Esperando la marea Que los lleve al otro lado En la estepa de tus muslos Son la legión de cosacos A caballo galopando Y entrando por todo a saco Mis manos te pueden decir Vosas que calla mi boca Mis manos, cisnes de marfil, Rielando en tu noche loca En la selva de tu Venus Son una medusa hiriente Con lenguas de cien venenos Cabellos iridiscentes Descansan por fin al menos En tus talones cansados Ejerciendo de meandros En el río de mis sueños Mis manos te pueden decir Cosas que calla mi boca Mis manos, cisnes de marfil, Rielando en tu noche loca