No tengo porque buscar constante aceptación No tengo porque ser siempre el centro de atención No tengo porque tener siempre la sensación de que me debo a mi público. Eso esta muy bien sobre el escenario Pero no mola tanto si lo haces a diario Es como si te poseyera un demonio siempre buscando el aplauso. Me oigo desde fuera hablando sin parar Y aunque yo no quiera no lo puedo evitar Intento soltar una broma tras otra Intento que todos piensen que yo soy la bomba. Y no es la primera vez que me meto en líos Por no ser capaz de tener cerrado el pico Es como un ansia de protagonismo Es en verdad una enfermedad. Cuando llego a casa me pregunto con espanto Cómo un día más he podido hablar tanto Cómo he podido estar todo el rato esperando que todos, todos me rían las gracias. Le cuento mi vida entera a cientos de personas Gente a la que por cierto seguro que no le importa Incluso a veces lo han usado en mi contra y yo he quedado como una tonta. Así que lo siento os pido perdón Si coincidís conmigo en alguna reunión También me pido perdón a mi misma no lo hago queriendo. La próxima vez intetaré estar callada Pero no puedo prometeros nada Que conste que soy la primera afectada De la enfermedad de estar tan flipada.