Hay en mi cabeza torbellinos que se cruzan. Mezclan pensamientos y sensaciones que me gustan. Busco en mis bolsillos con esperanzas ilusas. Sé que están vacíos, pero agarro la pelusa Y voy pensando en nada. Y voy pensando... Caen desde el cielo terribles cascotes. Yo los cabeceo, total, no cuido el marote. Dejan en mi cuerpo hermosas aberturas. Miro en el reflejo de mi sangre la locura, Y voy pensando en nada. Y voy pensando... Saltarines. San saltarines. Saltarines. San saltarines. Saltarines. San saltarines. ¡Salvennos!