Levanté la frente un dia y te vi partir. Yo estaba distraído en un sonido tan hermoso que Tuve que pararme y cantarlo, Tan volátil que lo soltaba o explotaba; Me sentí morir y me sentí nacer de nuevo. Me sentí una chispa de ese inmenso fuego. La Luna baja a la tierra para mi. La Luna me abrió la puerta y la seguí. Desperté en la noche clara y estabas ahí, En la mitad del camino hacia la cima del Volcán Lanín. Quisimos amarnos más alto, El guía Matias y el Niño marcaban los pasos. En medio del ascenso fuimos sol amaneciendo Y nos sentí abrazados por el mismo viento. La Luna baja a la tierra para mi. La Luna me abrió la puerta. La Luna baja a la tierra para mi. La Luna me abrió la puerta y la seguí. Pude apreciar su marea frente a mi, Iluminando la piedra del LANÍN. Vamos subiendo vamos sintiendo el porvenir, Brazos abiertos ya somos parte del Lanin. Eso que somos andando. Fui de piedra y lava un dia, pude morir allí Celebrando el juego del Maestro que es siempre aprendiz. Pedían canciones los hermanos, En su silencio el Chino y con su sonrisa Mariano. Y me sentí feliz de estar acompañando, El plan del universo es encontrarse amando. La Luna baja a la tierra para mi. La Luna me abrió la puerta para salir. La Luna baja a la tierra para mi. La Luna me abrió la puerta y la seguí. Pude apreciar su marea frente a mí, Iluminando la piedra del LANÍN. Vamos subiendo, vamos sintiendo un porvenir. Brazos abiertos, ya somos parte del Lanin. Vamos subiendo, vamos sintiendo el provenir, A la par de la Luna y del Lanin. Eso que somos andando.