Y con muchísimo respeto para un hombre
Que, aunque ya no está con nosotros
Sigue dejando su legado
Eso
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Para contar la historia de mi padre
Con respeto comienzo a relatarles
Su infancia batalló, como es costumbre
Su acero se forjó entre la lumbre
Norberto Díaz López fue mi padre
Con estos versos quiero recordarle
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La vida y la pobreza lo marcaron
Y por lo mismo se enredó en lo malo
Cajas repartió de plantitas de mota
Había que trabajar, no había de otra
A si toco empezar a su destino
Y siempre lo dio todo por sus hijos
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Con 25 años perdió a su padre
Lo mataron de forma muy cobarde
El hombre siempre buscó la venganza
Armado donde quiera se llevaba
Los asesinos nunca se encontraron
Se los tragó la tierra, quedó entrado
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Muy a gusto en San Pelayo se llevaba
Con sus nietos, sus hijos eran su gracia
Por la yesca siempre fue muy conocido
Magdalena, los recuerdos, queda vivo
Fue de honor, por donde quiera tuvo amigos
Se le extraña y se recuerda con cariño
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Y tal vez duele que el hombre no se encuentre entre nosotros
Pero dejó bastantes recuerdos de familia, amigos
Y a todos sus parientes
Así es esta vida, hoy estamos, mañana no sabemos
El caso es que dejemos rastro de todo, de todo lo que hacemos
Eso
Vianey, Karina, también su hijo Jaime
Pablito y Adamarais entrañables
Extrañan a su padre y a su abuelo
Les pesa que se hayan ido al cielo
Pero siempre están vivo en todos ellos
A pesar de todo siempre fue bueno
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Departió, después también movió armas
De la sierra bajaba toneladas
De esa yerbita buena pa los gringos
El gobierno intentó, mas fue fallido
El hombre cayó enfermo, así es su historia
Su muerte marcó al fin su trayectoria
♪
Muy a gusto en San Pelayo se llevaba
Con sus nietos, sus hijos eran su gracia
Por la yesca siempre fue muy conocido
Magdalena, los recuerdos, queda vivo
Fue de honor por donde quiera tuvo amigos
Se le extraña y se recuerda con cariño