Voy por el mundo; viajero que se impregna del cantar, Que de la selva hasta el mar fue escuchando en el sendero. Decidí viajar ligero, de la cuna al camposanto. Cargo la risa y el llano que recogí en el paisaje. Para que más equipaje, Todo lo llevo en el canto. Al cónsul de la embajada no le gusta sonrisa Con que le pido la visa, que me declara negada. Todo porque dije nada, ante su cara de espanto, Pues me pregunto que a cuanto asciende mi patrimonio Yo agregue en mi testimonio, Todo lo llevo en el canto. Cuando finalice el viaje y la muerte haga requisa, Con mi tímida sonrisa me entregare a su arbitraje. Prohibido el equipaje, me asegurara entre tanto. Va envolviéndome en su manto la muerte y todo su olvido Le diré lo que he querido, Todo lo llevo en el canto. Le diré lo que he querido, Todo lo llevo en el canto.