Bajo un remanso de estrellas Trajo la puna en su embrujo. Hasta mí, el canto que canto Para pocos de los muchos. Los muchos que aún cambian Oro por cuentas de vidrio, Y sin reproche se someten Al espejismo bendito. A quien advierte la farsa, Yo quiero sumar mi voz. Junto a la indiana, que herencia reclama, Por fuerza de la razón. Cuando tenga la tierra, Sueña el indio ese día, Y se sigue historiando Injusticia sufrida. Parece que no alcanza El tiempo de una vida, Para historiar el desmadre De opacar a la raza original. Aún hoy nos acechan Con perdones mentidos, En nombre de la garcha, O del santo hijo del Dios mismo. Cuidate de que no te agarren Tempranito el domingo. Pues con sumarte, Ellos pagan el perdón recibido. Con infiernos aterran, A demonios conjuran, Reniegan el reencarne, Ciegos de locura. Bajo un remanso de estrellas Trajo la puna en su embrujo. Hasta mí, el canto que canto Para pocos de los muchos. Los muchos que aún cambian Oro por cuentas de vidrio, Y sin reproche se someten Al espejismo bendito.