Una vida puede salir mal Puede no encontrar jamás lo que quería Puede despertar tan lejos del lugar con que soñó Puede malgastar los besos en un frío corazón Puede abandonar la fe y enfriar aquel café Para conversar antes de marchar. Una vida puede salir mal Puede acariciar la sal en las heridas Puede maldecir al mundo por el modo de girar Puede ser en un segundo la difunta del azar Puede no encontrar razón para su desilusión Puede naufragar antes de zarpar. Caen las bombas sobre la trinchera De una noche en vela en el balcón Las ventanas de los edificios Como cigarrillos de neón. Que te libren de un amor terrible Y de la tierra firme en las alturas A la hora de perder la calma Y no venderle el alma a la locura. Una vida puede salir mal Puede arrebatar el pan de cada día Puede construir al borde del vacío existencial Puede marchitarse viendo al almanaque progresar Puede no inventar su dios, puede no encontrar la voz Con la que decir lo que iba a decir. Una vida puede salir mal Hundirse en la soledad más concurrida Desatada en el asiento de su choque tan frontal Distraída en el momento de su oportunidad Puede no reconocer a quien le dio de comer En la oscuridad, en la oscuridad. Caen las bombas sobre la trinchera De una noche en vela en el balcón Las ventanas de los edificios Como cigarrillos de neón. Que te libren de un amor terrible Y de la tierra firme en las alturas A la hora de perder la calma Y no venderle el alma a la locura.