Tantos años esperando, Que salga algo para zafar. Por besar siempre la lona, La cacerola sabía mal. Se cambió la disyuntiva, De aquella pegatina, Para concientizar, Patria o Muerte hasta los dientes Murió en el siglo veinte Hoy es normal o light. Hasta qué salió el invento Del testamento al portador, Solo hay que encontrar un muerto, Armar el cuento, cobrar y adiós. Para transitar la vida, Sin depender del quía, En la agenda hay que contar Cuatro amigos imperiosos: Un boga, un tordo, un socio, Y un gato a quién llamar. Desde la Plaza de Mayo, a la Rambla de Montevideo. Desde la sala de ensayo, a las tablas llevaba perfecto el plan. Acelerá, acelerá, acelerá que te vas primero. Es imposible perder a las cartas si te ayuda el azar. Fueron años en la cima, Dando propinas al por mayor. Y hasta algunos se creyeron Lo del velero que naufragó. Qué ironía tan violenta, Caer por ciento treinta Si el límite era cien. Yéndose con la gurisa A Barra de Valizas, ¿Qué apuro iba a tener? Desde la Plaza de Mayo, a la Rambla de Montevideo. Desde la sala de ensayo, a las tablas llevaba perfecto el plan. Acelerá, acelerá, acelerá que te descubrieron. Es imposible ganar a las cartas si no te ayuda el azar. Acelerá, acelerá, acelerá sin tocar el freno. La caminera no tiene ni idea de lo que van a cazar.