No te asustes, Si en e medio de la madrugada Al pasar por la calle campana Levemente cruzando la vía Escuchas una fiesta en la enorme casona, Es que están celebrando la boda De Angelito y la bella Lucía Pero son fantasmas Escapados del mil novecientos Repitiendo ese mismo momento Sin saber ni siquiera porqué Saludando a los novios que van al carruaje Distraídos en sus personajes Sin oír e sonido del tren Y en lugar de viajar a una luna de miel elegante, Se mudaron por siempre al escudo de villa del parque Se mezclaron la risa y la misa de cuerpos presentes Esparcidos en sueños profundos de bellos durmientes El reloj, los zapatos, la liga y el ramos de flores, Los pedazos del rompecabezas de las ilusiones Cada vez que se asoma a esa hora la locomotora, Se termina la fiesta y regresa un silencio que ahoga Estaban todos desde la aristocracia porteña A la crème de la nueva bohemia Jockey club con actrices de moda Periodistas, poligrillos de traje prestado Padre nuestro que estás ocupado Con golpistas de blanco y glostora Estancieros, brocha gorda de los mapamundis Los flamantes campeones de Alumni Y parientes del sur de Salerno Camareros, la bandera italiana en el mástil En la puerta hasta un anasagasti Y regalos que nunca se abrieron Con la pálida luz que refleja la luna menguante No se puede apreciar la belleza y también lo importante Lo que vieron desde los balcones jamás lo olvidaron Los deseos quedaron vencidos apenas brindaron Algo nuevo, algo viejo, algo azul y un minuto prestado A la historia más triste que aún se resiste al pasado Cada vez que se asoma a esa hora la locomotora Se termina la fiesta y regresa un silencio que ahoga Y en lugar de viajar a una de miel elegante Se mudaron por siempre al escudo de Villa del Parque