Un puercoespín jugaba Con un tronco hueco. Cantaba por el hueco Y escuchaba su eco. Y como al puercoespín Le gustaba explorar Convertía su tronco En una nave especial. Y el puercoespín jugaba Con su tronco hueco, hueco Jugaba con su eco, eco. Un puercoespín jugaba Con un tronco hueco Buscaba en su centro Una lombriz para cenar. Y como al puercoespín Le gustaba rodar Usaba su tronco Como un gran tobogán. Y el puercoespín rodaba Con su tronco hueco, hueco Rodaba con su eco, eco. De pronto un oso grande Y negro se acercó Y puercoespín gritó, "Oye amigo ven a mi nave especial!" Y el oso molesto Solo refunfuñó: "No ves que yo ya estoy muy viejo Para jugar." Y el puercoespín volaba Con su tronco hueco hueco Volaba con su eco eco. "Pero amigo oso, No hay edad para jugar. Si olvidas que eres niño No podrás disfrutar. La vida es una sola Es bueno recordar, Te invito a mi tronco Vamos a celebrar! Y el oso sintió Que puercoespín tenía razón Que al dejar de jugar Se volvió un gran gruñón. Y al ver a puercoespín Reír y rodar Pensó: "que me importa Lo que digan los demás." Y el oso jugaba Con el tronco hueco, hueco Jugaba con su eco, eco. Y los dos jugaban Con el tronco hueco, hueco Jugaban con su eco, eco.