Yo no estaba señor en Palestina, c Uando tu madre llena de ternura al compás de los himnos celestiales Ella te mecía en tu cuna yo no vi la estrella que en la noche Señalando el camino así el establo" ni pude oír Aquella voz del cielo que dijo este este es mi hijo amado ". Es la historia más bella que en todo mi vida jamás Escuche ahora te entrego mi vida mi pazos vendía Jesús mi señor. No te vi sanar a los enfermos ni tornar los muertos a la vida, No te vi regresando de la tumba muy temprano a la despertar el día no Contemple tu majestad gloriosa de tu asunción al reinolvidable de los Cielos ni pude oír en la ruta de Damasco diciendo saúco porque tu me persigue.