En el cénit de mis dedos se consumen los deseos Solo es humo Un cigarro con carmín y humo Una calavera blanco marfil, humo Un alfil matando una reina Un poeta que se cree, pero es mierda Una ofenda, una deidad, un corazón de piedra Palabras vacías y humo A lo largo de la vida somos atrapados y desgarrados por diversas trampas Escribir puede ser una trampa Algunos escritores tienden a escribir aquello que complació a sus lectores anteriormente Escuchan elogios, y se los creen Solo existe un juez definitivo de un escritor y es el escritor mismo Cuando éste se deja seducir por los críticos Los editores, los directores de las editoriales, los lectores, está acabado Y desde luego, cuando se deja llevar por su fama y su fortuna Puedes dejarlo flotar río abajo con la mierda El escritor ¿cómo va hablar de dolor? Si la tinta que fue lágrima lo salvó (Le salvó) Ya solo salgo para sentir algo (Algo) Vuelve a casa triste Hidalgo Si no quieres mi daño, no vengas a verlo El espectáculo macabro Un tonto en la cuerda floja sin focos en foco de aplausos Si no quieres mi daño, quítate si caigo (Quítate) Con el cadáver de mi musa he creado un monstruo Preciosamente muerto o preciosamente falso, sin rostro Solo repite lo de si no sabes querer, tienes que intentarlo El escritor ¿cómo va hablar de dolor si la musa que más quiso (me quiso)? Solo quedará esa flor Que riego con dolor y solo soy yo (Solo soy yo) La quietud del colibrí parado por temor en una jaula de rencor Si te dolió el amor, vamos, ábrele la jaula y que vuele libre Que se pose en otros lirios Probé de tantos labios que volvía a mi prisión sin barrotes A mi sentir extraño Qué precioso su abatir de alas cansado Qué preciosa la muerte del pájaro enamorado (Qué precioso) (Sentirse libre, sentirse atado) (Qué precioso) (Contempla la libertad del pájaro enjaulado) Un tachón sobre la palabra y que no se lea (Que no se lea) Que nadie vea lo que él teme (Que nadie lo vea) Que todos teman lo que él crea (Él crea) El escritor y su novela, es Un tachón sobre la palabra y que no se lea (Que no se lea) Que nadie vea lo que él teme (Que nadie lo vea) Que todos teman lo que él crea (Él crea) ¡Ah! Estribillos de mierda Productos adulterados Abrir la puerta y verme a mí colgado Reconocerme en esos ojos hinchados Y esa sonrisa que nunca he dibujado, nunca he conocido (No, no) ¿Qué me sabe la tristeza? ¿a qué me sabe? A colillas en el colchón quemado y rímel (¡Ah!) Muero joven, dejo un buen cadáver En todos los poemas me despido porque nunca se sabe Y ¿qué me sabe?, ¿La tristeza a qué me sabe? A vino ácido, a un puñal que se clave y emane Petróleo negro, denso recuerdo (Ah, ah) Que me llame y que no hable ¿Sí? ¿Estás ahí? Solo te escucho respirar Supongo que con eso es suficiente Yo soy la etapa oscura de Goya (¡Ah!) Miguel Hernández, "Nanas de la cebolla" Dice que escriba cosas alegres Que sonría todos los findes (Ha Ha Ha) Y yo contesto No, si ya (¡Ya!) El último soldado en la batalla Deja el fusil en el suelo y cierra los ojos por los que han caído Se tumba en un árbol cansado Sabe que el barro es la derrota del olvido (Os quiero) Olvidarte es retratarte Una mancha gris en un lienzo colorido (Es gris) Acostumbrarte a ser arte Solo soy uno más y por eso escribo El escritor Mi nieto, poeta, buenísimo, inteligentísimo Pero te sobran un poquito de pelo, mi amor La puntita de la barba, la puntita de la cabeza Pero qué poeta eres, e inteligente Hay que ver lo que piensa mi niño bonito Porque para escribir poesía no hace falta remar, hace falta pensar Y tú piensas mejor que nadie que yo conozca Te quiero a partirme en dos cachos