En su espejo jamas encuentra una sonrisa A las cinco, la hora en que se levanta. A su esposa jamas se sobra una caricia, El la mira y luego se desencanta. Abajo un carajillo en ese bar Donde el camarero si le va a escuchar. Donde juega la partida Por las tardes y se olvida De volver a casa para cenar. Donde cura sus heridas, Donde su vida no esta podrida, Donde su alma deja de llorar. Y su jefe que le mira siempre con desprecio Arrogante, igual que a un perro lo trata. Eso ayuda a que se sienta un poco mas necio Ajustando una junta de culata Abajo un carajillo en ese bar Donde el camarero si le va a escuchar. Donde juega la partida Por las tardes y se olvida De volver a casa para cenar. Donde cura sus heridas, Donde su vida no esta podrida, Donde su alma deja de llorar.