En el comedor se puede oler la pena Y algún resto de la cena. Prepararé café pero descafeinado. Ojalá durmieras a mi lado. ¿Qué voy a hacer con el pellizco De tu olor que te robé? Un nomeolvides, Un no me obligues a olvidar Un dardo al corazón. Marca ese reloj las cuatro menos veinte Y no adivino lo que sientes. Será mejor leer aquél libro prestado. Ojalá leyeras a mi lado. ¿Qué voy a hacer cuando me cuelgue De tu voz cada atardecer? Las reglas del juego Se han de pactar primero No avives el fuego Para llamar a los bomberos. Un nomeolvides, Un no me obligues a olvidar Un dardo al corazón. Las reglas del juego Se han de pactar primero No avives el fuego Para llamar a los bomberos. Un nomeolvides, Un no me obligues a olvidar Un dardo al corazón. Un nomeolvides, Un no me obligues a olvidar Un dardo al corazón.