En la ciudad algunas veces sale el sol Y cuando sale salgo a tenderle la llamada. Que ya tengo lleno el contestador, De los días que no abrí ni la ventana. Un invierno en el costado: ha salido el sol. Me he puesto las alas, he bajado al parque Al lado de casa. A hacer la libre expresión, escribir una canción: Que le dé las gracias. He sido planta, he sentido la raíz. Aunque también, alguna vez, Al buscar el horizonte me perdí. Tanto humo, tantos coches. Tanto ruído, tantas noches. Vamos a crear, creyendo. Vamos a cortar el tallo de los brotes negros. Vamos a abrazar los lazos de los cuerpos nuevos, de los viejos labios. Vamos directos al sol, a empaparnos de rayos. He sido planta, he sentido la raíz. Aunque también, alguna vez, Al buscar el horizonte y ver los muros me perdí. Tanto humo, tantos coches... Tantas noches. Somos lluvia y fuego, despechar carbón, Leones del cielo, pájaros de barro. Lejos del anzuelo, peces sin correa, Nietas de la luna, llena. ¿Quién tiene la solución sino nosotras, si el problema es solo nuestro? ¿Quien le da su amor a alguien y se lo prohíbe al resto? ¿Quién controla al que controla? ¿Qué es lo que hay que controlar? Si somos personas, no máquinas.