Quiere ser, un dulce despertar a su lado Tras las noches de insomnio, que aparecen con los años El eco en el umbral de un triste día, nos recuerda Y provoca al océano de tus pupilas Y al agarrarse tan fuerte A una escena sin control En el sur de la tristeza Director y su torpeza Peregrino sin destino Hace falta valor!! Encontró, al hombre de su vida Y en el reconoció, su valiente cobardía Olor a crema arena y mar, serena Hoy las musas, se largaron Con un buen tirón de orejas. Y al llorar por los versos Que un día les escribió Domador de los miedos Acarícialos de lejos Y dales un don El invierno arrasó, después de aquel verano Que echa tanto de menos Sentada en su sofá, acurrucándose En el ayer