No necesito tenerte para amarte. Ni extrañarte para casi olvidarte. Tampoco espero angustiado a tus reproches. Ni en las sábanas que me envuelven cada noche. Y esas nostalgias que me hacen abrazarte. Son sólo excusas que me llevan a besarte. Siempre en mis sueños ya no hay más que silencio. Es el deseo de acariciar el viento. Sólo necesito de tus besos. Sólo necesito de esos momentos. Y aunque yo se que ya no existen. Sólo quisiera en tus labios morirme.//