Sediento de venganza Tu alma se nubló Todos caerán entre tus garras Menos yo La muerte desconfía Sigilosa va ante mí Un mensajero tras mi rastro Vi venir. Sedientos, cansados Seguimos navegando Arde en nuestro pecho El fuego tan sutil El mar es el reino Que se ha revelado Al viento y tormenta Debemos resistir. El alma de pirata Se forja con cincel Es abatirse en un duelo Hasta caer Espada ensangrentada Honor de merecer La lúgubre faena El precio del poder.