Miente la verdad, se arrepiente del silencio. Murmurando libertad apresa al alma. Muere un corazón que despierta tantos otros. Cada paso es un temblor lleno de llanto. Se alza la palabra al pedestal, revolución. Nace el carnaval, la esperanza, el delirante. Entre tanta vanidad, tropieza el rengo. No hay felicidad que naufrague entre desgracias. El poder de resistir de una sonrisa. Sangra, su locura, riega el mar de dignidad. Nunca fue fácil negarle al corazón la realidad. Ahogando tus deseos. Y cuando sea a cara o cruz sé que estarás. Sintiendo junto a mí, cantando junto a mí, por libertad. Ciego de ilusión, nunca fui de los que juegan. Otra ficha sin saber a qué le apuestan. Y otra vuelta más, otro amigo que se suma. Uno más sin preguntar cuánto le cuesta. Siente, lo que aquel que ya no reza, libertad. Nunca fue fácil negarle al corazón la realidad. Ahogando tus deseos. Y cuando sea a cara o cruz sé que estarás. Sintiendo junto a mí, cantando junto a mí por libertad.