Esta es la historia de un sábado De no importa qué mes Y de un hombre sentado al piano Y no importa qué viejo café ♪ Toma el vaso y le tiemblan las manos Apestando entre humo y sudor Y se agarra su tabla de náufrago Volviendo a su eterna canción Lai, rai, lara, raira Lararai, lararai, larara Toca otra vez, viejo perdedor Haces que me sienta bien Es tan triste la noche, que tu canción Sabe a derrota y a miel ♪ Cada vez que el espejo de la pared Le devuelve más joven la piel Se le encienden los ojos, y su niñez Viene a tocar junto a él Pero siempre hay borrachos con babas Que le recuerdan quién fue El más joven maestro al piano Vencido por una mujer Lai, rai, lara, raira Lararai, lararai, larara Ella siempre temió echar raíces Que pudieran sus alas cortar Y en la jaula metida, la vida se le iba Y quiso sus fuerzas probar No lamenta que dé malos pasos Aunque nunca desea su mal Pero a ratos con furia golpea el piano Y algunos le han visto llorar Lai, rai, lara, raira Lararai, lararai, larara Toca otra vez, viejo perdedor Haces que me sienta bien Es tan triste la noche, que tu canción Sabe a derrota y a miel ♪ El micrófono huele a cerveza Y el calor se podría cortar Solitarios obscuros buscando pareja Apurándose a un sábado más Hay un hombre aferrado al piano La emoción empapada en alcohol Y una voz que le dice: 'pareces cansado' Y aún no ha salido ni el sol Lai, rai, lara, raira Lararai, lararai, larara Toca otra vez, viejo perdedor Haces que me sienta bien Es tan triste la noche, que tu canción Sabe a derrota y a miel