Se me acentúan mis complejos, No pierdo control y pierdo La presencia en corazones Donde había marcao terreno. Las sombras no son eternas, Se separan con el tiempo Son amantes pasajeras que Se olvidan con esfuerzo. No mantengo semejanzas, Desconozco a todo el resto Ya no conozco mi esencia, Hay un mártir en mi cuerpo. Se establece como el dueño De mis sueños y mis gestos, Mientras tanto todo ahí fuera Sigue siendo todo incierto. Se establecen muchos lazos Y con otros me atraganto, Cicatrizo con los tragos Los pedazos que me arranco Cuando me hacen ser carencia En lapsos de largo tiempo, Cuando sufren mis neuronas El frio sin un abrazo. Llora el sol y no me aparto, Quiero un trozo que me abrase Que mi alma tiritando se Decrece a cada instante, Tiemblan hasta las pestañas Pues llorar aun no les sale, Quieren ser mirada tibia Y protegen la de un ente La de un ente Ahora ya sé, ya lo comprendo, Que en esta vida solo Sigue el sufrimiento Cuando no acepto que al estar solo Se abren las puertas que Me acercan al infierno. Y aquí el calor es muy intenso, No habrá más frío en estos Tristes días de invierno, Y no fingiré ser muy correcto, Pues estoy donde me Juzgaron por mis hechos. Y al final, me sostienen estas Riendas que me aprietan al saltar, Son las zarpas de una idea Las que arañan mi pesar, No concuerdan con la mierda Que no dejo de tragar Y mastico entre pecados los Sueños con hierba seca. Mientras siguen los poetas Hablando de libertad, Prefiero follarme al tiempo Y no cortarme la lengua, Reventando cada instante Entre humos y la sangre Que tenga que derramar, Que tenga que derramar Que tenga que derramar Que tenga que derramar Que tenga que derramar.