Aunque no digas nada, Creo que te entiendo bien. Aunque me mires raro, Puedo sostenerte. La sangre corre, Como corre todo lo demás. Mi corazón siempre corre de más. Se ruborizan Los imperios de la soledad, Somos hechizo De la luna hacia la eternidad. Vos, Golondrina de ensueño Y yo, Tu mirlo cantante. Aunque los sabios digan Todo lo que hay que decir, Lo que demanda tu cadera Es el silencio. Preciosos ojos, Que retienen la brisa y la sal, Magia nocturna y sonidos de mar. Por inocente, Me atrapaste en la tormenta, amor. Quizás no sea solo por ser inocente. Voy por el cielo cantándote Como un mirlo cantante. La lluvia se llevó, Todo lo que sembré. Un beso me quedo, Cargado en la boca Y en el pecho una razón, Para volver a ser Lo que el odio secó, Espero que no sea tarde. Un sueño tengo yo. La vida que pasó, A otra vida siguió. El miedo nos dejó vencidos, Cuando ya era tarde. Un sueño traje yo. La fe tiene razón, La razón tiene fe, La fe no puede más, El placer no descansa, Si es que sueño, Es para vos. Creo que está bien, No se lo que está bien, No pienses estas vez, Que el tiempo pasa y no perdona Y canto para vos. En la orilla de cada canción. Traje un florero Con jardines para visitar. Y también traje Mi tragedia reluciente. Dame la mano Y te doy un mundo para viajar, Y así subimos a la inmensidad. Aunque no digas nada. Creo que te entiendo bien. Aunque el miedo te pese, Puedo sostenerte Si hay una pluma buscándote, Es de un mirlo de cantante. Que te encontró en lo invisible Y no te va a perder