Vuelvo hacia mí, sin abrigo y con ganas de sentir La alegría que aprendiste a contagiar Y ese aroma a fugaz eternidad. En silencio me mostrabas Que tu voz en el sol se alimentaba Y aunque intente ocultar lo que he sentido En tus ojos guardas todos los suspiros. Este es momento de vivir Si te aferras a mi mano podremos resistir. Te regalo mi inocencia no me pidas nada más Es que solo, solo quiero estar. Ya no existes en mis días No somos más que cenizas Y el camino en que vinimos Quedo solo y sin destino. Este es momento de vivir Si te aferras a mi mano podremos resistir. Te regalo mi inocencia no me pidas nada más Es que solo, solo quiero estar.