Piedra de la locura que habitaste el alma de Alejandra y de Panero, Bebiendo miel en el enjambre de un estercolero Te han encerrado por cien años y no has protestado, Yo te he invocado para hacer callar el aguacero. No hay luz, no hay cara, no hay cruz, Hay acuerdo de guerra, hay esclavitud Y un estado represor que jode a la juventud Con un televisor y un elogio a la virtud. Pero de esta retahíla de ataúdes en fila no quiere saber nada, Su poesía no es una canción desesperada. La mano que escribe sujeta una espada, Con la otra apura su cigarro y va soltando bocanadas. Hasta que llegue el alguacil, se mantiene en vilo. Le escribe cartas a la patria que no le da asilo. Sin remitente, se escucha un ruido sugerente. Cuando le apunta la linterna parece dormido. El insecto en que se ha convertido parece dormido, parece dormido El insecto en que se ha convertido parece dormido, parece dormido Pero amigo... El sueño lo tejen por la noche gusanos de seda, Y a ti la ventaja se te escapa, atrapa esa bandera. Yo que he despertado en una balacera, en medio de un navío, Pero es todo tuyo lo que es casi mío, de cabeza al río Voy a saltar, y van asaltarme Para saldar la deuda del mar con los errantes Buques que zarpan, héroes tocando el arpa; Filosofía de Siddhartha, amor y arte. Revolución de claveles, polución y un 'dos papeles', Aranceles y un agujero en el pulmón. Quedan tropas de fieles en fila rezando a Amón, Abrazándose, abrasados por un sol fuera de control. Pero queda un humano loco en este barrizal, Desayunando por la noche un bol de arroz con sal. Le han dicho que ahí afuera ya han predicho su final y no se altera, De un salto sube a la palmera. Baila la balada de la lámpara azul, aún, Clavado en una cruz de abedul. Sigue pintando la nieve con betún. Ha llegado hasta la puerta de Estambul Y allí van bailando la balada de la lámpara azul, aún, Fantasmas con sábanas de tul. Los relojes y el olvido que se encuentran En un cruce de caminos, y a la vez están perdidos Si no bailan la balada de la lámpara azul.