Quince metros, tres pulgadas ocho octavos dieciséis Un milímetro espesor. Y la lamina corrió, resbalo como navaja En mis manos se detuvo, cuatro dedos me corto. Igual que me hiciste tú. Recordé cuando te fuiste. Tu mirada dura y fría me empezó a dar calentura. Repetiste un seco: ¡no! Unos compás me atendieron, me saco el supervisor. El patrón está molesto pues la banda se paro. Me cortaste de tu vida. La bandera desplegada, roja y negra, no insistí. A la empresa le pedí. El dinero no olvidara. Un mes de incapacidad. Una venda, seis puntadas. Las heridas me dolieron. Casi tanto como tú. Casi tanto como tú. El descanso me costó. El combate ante el patrón. Contra el líder sindical, Su aparato de control Mercader de mi energía Mercader de mi destino Ya mi mano se curó Tu figura no he olvidado Tú me hechaste de tu lado Eres libre, tu sentir No se arrima a mi costado Quince metros ocho octavos Se me moja la camisa La ternura de tu risa La recuerdo, mi querida, Mi querida María Luisa En tu vida hoy tan lejana Me daré por bien servido Compañera combatiente Si recuerdas al amigo Me visites por mi casa Te daré un café caliente Me visites por mi casa Y te daré un café caliente Uy, uh, uh