Pudo ser el vino y la melancolía Que me empujaron hacia ti en aquel café, Tú estabas escribiendo no sé qué, Llovía y te miré, Manojo de tirabuzones pálidos. Al poco nos buscábamos los dos Esperar y hacer como si nada Y ¿por qué no?, si nadie me esperaba. Dama de una noche, El cielo se me abrió, Deja que te cante Quien te halló Sin otro puerto que tú Sin otro ahora que tú, Sin más desierto que yo. Casi sin querer salimos a la calle. Había todo un siglo por recuperar, Las gentes no se encuentran por azar. Metí una llave Que liberó De nuestros cuerpos pajaritas de papel Amándose en las sombras del hotel Clareó Y todas se murieron. Mira Juan, yo vine por dinero. Dama de la noche, La noche te engañó, Deja que te cante Quien te amó Sin otro puerto que tú Sin otro ahora que tú, Sin más desierto que yo. Dama de la noche, La noche te engañó, Deja que te cante Quien te amó Sin otra idea que tú, Sin otra prisa que tú, Sin más regreso que yo.